martes, 1 de febrero de 2011

historia de ejea de los caballeros primera parte por celia.

Ejea de los Caballeros es una villa y un municipio español, de la provincia de Zaragoza y la comunidad autónoma de Aragón, situado en la comarca de las Cinco Villas, en el partido judicial homónimo y a 72 km de la capital provincial, Zaragoza. Tiene un área de 609.92 km², una población de 17.331 habitantes (INE 2009) lo que la convierte en la cuarta localidad más poblada de la provincia y una densidad de 28,42 hab/km²
Geografía
Por su extensión, se trata de uno de los mayores municipios españoles, con 609,92 km2 de superficie.
Su término municipal incluye los núcleos habitados de Farasdués y Rivas, junto con los pueblos de colonización de Pinsoro, El Bayo, Bardenas, la Valareña, Santa Anastasia, Escorón Alto, Escorón Bajo y El Sabinar. Limita al norte con Sádaba, Biota, Luesia y Asín; al este, con Orés, Luna y Castejón de Valdejasa; al sur, con Tauste; y al oeste, con las Bardenas Reales, en Navarra.
El origen geológico del territorio que hoy ocupa Ejea de los Caballeros se remonta al comienzo de la Era Terciaria, en lo que los especialistas han dado en llamar el paroxismo alpino.
Justo en la zona donde en la actualidad encontramos a Ejea, se produjo un hundimiento, que se cubrió con posterioridad de materiales miocénicos (margas, arcillas, arenisca y calizas) de una antigüedad en torno a los 22 millones de años. La fineza de esos materiales facilitó la acción de la erosión diferencial, que a lo largo de miles de años configuró este territorio con unas formas dominadas por la planitud del terreno.
Así pues, Ejea se ubicó en el centro de una depresión cubierta después por sedimentos cuaternarios, de hace un millón de años, que tiene relación con el sistema fluvial de terrazas Arbas-Riguel. Como consecuencia de todo ello el relieve ejeano es predominantemente llano, salteado tan sólo por suaves elevaciones. Ejea se encuentra a 320 m sobre el nivel del mar, altitud baja si se la compara con los 525 m de la vecina villa de Luna o con los 745 m de la Sierra de Erla y los Montes de Sora
Clima
Ejea tiene un clima de tipo continental, aunque suavizado con ligeros matices del clima mediterráneo. Se caracteriza por la extremosidad de las temperaturas, la escasez e irregularidad de las precipitaciones y la limpieza atmosférica gracias a los vientos. El clima es de los más duros de España, temperaturas muy bajas en invierno que pueden alcanzar los 18 °C bajo cero y temperaturas superiores a los 40 °C en verano.
La temperatura media anual es de 14 °C. Los meses más fríos son enero y febrero con medias menores de 5 °C, aunque se dan baremos absolutos que descienden por debajo de 0 °C, sobre todo en invierno. La media de temperatura de noviembre a enero es inferior a los 10 °C, pero se producen con frecuencia heladas hasta bien entrado el mes de mayo.
Los meses más calurosos son julio y agosto, aunque ya desde finales de junio se produce un aumento notable de las temperaturas. La media en el verano es de 23 °C, sin descartar los días en que el termómetro alcanza los 40 °C. Esta rigurosidad térmica se suaviza en otoño.
La media de lluvias de Ejea es de 468 mm anuales, siendo mayo el mes más lluvioso seguido de la estación otoñal, en forma de gota fría. Por el contrario, el verano es el periodo más seco, humedecido sólo con esporádicas tormentas de origen térmico.
El viento es un meteoro muy característico de la zona. El viento del norte encajonado en el valle del Ebro origina el llamado cierzo, que llega a alcanzar grandes velocidades y provoca una sensación térmica muy fría en invierno y refrescante en verano. En verano, sobre todo, se da el viento del sureste, el llamado bochorno, que contribuye al aumento de las temperaturas.
Tanto el relieve como el clima hacen que el régimen hidrográfico sea un tanto irregular, con una pertinaz sequía en verano, sólo rota por las riadas provocadas por las tormentas y con un aumento del caudal en primavera y otoño. Todas estas peculiaridades se reflejan en los ríos que atraviesan el término municipal de Ejea de los Caballeros: Riguel, Arba de Luesia y Arba de Biel. Estos dos últimos se unen en un solo río Arba ya cerca del casco urbano de Ejea.
En el territorio de Ejea de los Caballeros se dan bastantes casos de endorreísmo como consecuencia de la impermeabilidad del suelo, sobre todo en zonas donde se concentra material calizo. Hay una buena muestra de estancas, lagunas y balsas, dotadas de diversas dimensiones y peculiaridades: el lagunazo de El Moncayuelo, el de Bolaso, la estanca de El Gancho y El Sabinar, y el pantano de San Bartolomé, además de otros núcleos de menor entidad.
También existen algunos manantiales. El más famoso de ellos es el de Bañera, aunque en el extenso término municipal encontramos numerosas fuentes.

[editar] Patrimonio natural

A pesar de la intervención del hombre modificando el terreno, aún quedan en Ejea algunos restos de la vegetación original. Existe abundante monte bajo (coscojo, tomillo, romero) y algunas manchas espesas de arbolado, sobre todo pino carrasco (en la Bardena). En los márgenes de los ríos hallamos tamarices en las zonas de inundación, además de sauces y chopos.
No obstante, la construcción del embalse de Yesa y del canal de las Bardenas, que convirtió en regadío la mayor parte del término estepario de Ejea, terminó con la mayor parte del medio natural no humanizado.
El parque Central también es digno de mención.

[editar] Comunicaciones

Ejea de los Caballeros se encuentra situada en el noroeste de la provincia de Zaragoza, en las coordenadas 42º 07`48`` latitud norte y 1º 08`09`longitud oeste. El término municipal ocupa la franja centro-oeste de la comarca de las Cinco Villas.
Varios son los ejes de comunicación que se pueden utilizar para acceder a Ejea. La carretera A-127 vertebra la comarca de las Cinco Villas y Ejea de norte a sur, enlazando el valle del Ebro con la Nacional 240 Pamplona-Jaca-Huesca.
La A-125 conecta a Ejea de los Caballeros con Tudela (Navarra) por el oeste y con Huesca por el este, constituyendo un eje de comunicación transversal e interregional que se proyecta hacia la autopista Medinaceli-Madrid y la autovía Somport-Sagunto, respectivamente.
La carretera A-1204 une a Ejea de los Caballeros con el norte de la comarca de las Cinco Villas, desde sus barrios rurales de Rivas y Farasdués hasta los municipios de Asín y Luesia.
Los seis barrios de colonización con los que cuenta Ejea (Bardenas, Santa Anastasia, El Bayo, Pinsoro, Valareña y Sabinar) disponen de una red de carreteras secundarias que los comunican entre sí y los conectan con el resto del municipio. La titularidad de dichas carreteras corresponde actualmente a la Confederación Hidrográfica del Ebro.

[editar] Historia

[editar] Prehistoria

Los arqueólogos han encontrado en estas tierras indicios de épocas tan pretéritas como la Edad del Bronce, el periodo Calcolítico o incluso el Neolítico. Se han descubierto huellas de la actividad humana desde el 8000 a. C. En concreto, se han hallado restos en el yacimiento arqueológico existente en la parte alta de la villa, localizado ante la iglesia de Santa María, en pleno barrio de la Corona.
Sin embargo, los primeros datos históricos relativos a Ejea aparecen con la presencia en el lugar de los suessetanos, un pueblo de lengua celta relacionado con la gran tribu belga de los suessones, y que da a Ejea el primer nombre que nos es conocido, y del que deriva el nombre actual, Segia. Sin embargo, los historiadores no tienen clara la importancia de la población de Segia dentro del territorio suessetano, desconociéndose por el momento si se trataba de su capital, de una ciudad importante o de un núcleo menor.
En este sentido, se ha defendido la identificación de Segia con la capital de los suessetanos, Corbio, que fue arrasada por un Ejército romano al mando del cónsul Terencio Varrón en el año 184 a. C., tras lo cual el territorio suessetano fue cedido a los vascones.

[editar] Roma

Después de que Roma asumiese el control directo del territorio vascón, tenemos constancia de un documento, el llamado Bronce de Ascoli, en el que, en el marco de la (91–88 a. C.) Guerra Social (del 91 a. C. al 89 a. C.), Cneo Pompeyo Estrabón concedió la ciudadanía romana a nueve jinetes suessetanos o vascones de Segia, integrados en la llamada Turma salluitana, como premio a sus actividades militares en dicha guerra.[cita requerida]
Tanto bajo la República romana como bajo el Imperio romano, Segia y otras localidades de las Cinco Villas, como Tarraga (posiblemente los Bañales de Uncastillo), fueron objeto de una intensa romanización, motivada además por el hecho del intensivo cultivo en los llanos de la zona de trigo y otros cereales.
Cabe suponer que Ejea se viese afectada por las revueltas de los bagaudas en el siglo V, aunque carecemos de citas documentales al respecto, ya que los disturbios y enfrentamientos producidos se centraron en Hispania en el valle del Ebro, en especial en sus zonas alta y media (saqueos de Tarazona y Zaragoza, por ejemplo).
Monumentos religiosos

[editar] Iglesia de Santa María de la Corona

Artículo principal: Iglesia de Santa María
De las dos portadas, sólo la portada sur conserva el estilo románico original, con reminiscencias cistercienses. En este mismo lado sur se observa el hueco de un antiguo sarcófago, el cual tiene en lo alto el ejemplo más antiguo del escudo de la villa de Ejea de los Caballeros.
La portada oeste está muy modificada por una readaptación hecha entre 1649 y 1650, que afectó también a la torre-campanario. La composición y estructura de esta portada pertenece al barroco. Destacan los testimonios esculpidos de los dos escudos básicos de Ejea: el de la banda (el más antiguo) y el del caballero.
En cuanto al interior, lo constituye una nave única, cubierta por bóveda de cañón apuntado. El ábside, en la cabecera del templo, es poligonal y se encuentra recorrido por una arquería ciega, con vanos abocinados y cubierta de horno nervada. Las capillas, mejor dicho los arcosolios, se abrieron entre los contrafuertes a partir del siglo XV.

[editar] Iglesia de San Salvador

Iglesia de San Salvador.
Artículo principal: Iglesia de San Salvador
La iglesia pertenece al estilo románico de transición hacia el gótico. Del exterior destaca su aspecto de iglesia-fortaleza, muy característico de esta zona, con su torre almenada, el camino de ronda y el coronamiento de almenas. Existe otra torre, inconclusa, que debió añadirse andado el siglo XIV. En el XV se añadió una tribuna exterior en el lado sur.
La portada norte, cobijada bajo un pórtico del siglo XVI, contiene un muestrario escultórico románico, uno de los más significativos del taller del Maestro de Agüero. La portada oeste contiene un tímpano central, con el crismón trinitario aragonés sustentado por dos ángeles.
En el interior de la iglesia se pueden comprobar algunas características de su condición de templo románico de transición al gótico: bóveda central de cañón muy apuntado y ábside poligonal con cubierta de horno nervada, que forma en los lados del polígono grandes arcos apuntados.
En origen, San Salvador era una iglesia de una sola nave. Hacia mitad del siglo XV se agregaron dos capillas a cada lado del presbiterio (zona del altar). El resto de las capillas se abrieron a partir de 1545 por deseo de Hernando de Aragón, arzobispo de Zaragoza e hijo del rey Fernando el Católico. A finales del siglo XVIII se sobreañadió la capilla de El Voto.

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